Los polarímetros son instrumentos utilizados para medir propiedades ópticas de sustancias. El polarímetro mide el 'ángulo de rotación' y el resultado de la medición es necesario para refinar el azúcar, en la producción de químicos y en la elaboración de aditivos alimenticios y productos farmacéuticos para determinar la pureza.
Un gran número de sustancias orgánicas e inorgánicas son ópticamente activas en su estado cristalino, líquido o disuelto. Estas sustancias giran la dirección de la luz polarizada en un ángulo específico. El principio del polarímetro se consigue cuando se introduce una sustancia ópticamente activa disuelta entre dos filtros polarizadores que se cruzan formando un ángulo de 90°. La intensidad de la luz en el detector detrás del segundo filtro polarizador cambia dependiendo de la posición angular de estos dos filtros.