EL ACERO INOXIDABLE es utilizable a temperaturas desde -180 °C hasta +500 °C.
Resistente al ácido nítrico, nitratos y permanganato potásico. Buena resistencia a las
soluciones alcalinas concentradas. Resistencia media al ácido acético, sulfhídrico diluido,
fosfórico poco concentrado, y soluciones de sulfitos, ácido bórico, ácidos orgánicos
y bromuros.
EL NÍQUEL inalterable al aire e inoxidable hasta temperaturas de 500 °C. Buena resistencia
a los álcalis fundidos y al agua de mar. Excelente comportamiento en presencia
de cloro húmedo o clorhídrico gaseoso hasta 500 °C. Atacado lentamente por
los ácidos orgánicos, clorhídrico y sulfúrico. Escasa resistencia al ácido nítrico
diluido.
EL ZIRCONIO inalterable al aire y no contaminante, resistente hasta 550 °C en atmósfera
oxidante y a 1500 °C en gas inerte (argón o azote), reemplaza en muchos casos
a los crisoles de platino en todas las fusiones y en particular al peróxido de
sodio y a los carbonatos. Promedio de 100 fusiones por crisol, lo que los hace
muy económicos con referencia a los demás crisoles ya sea en porcelana, acero o níquel.
Resiste a la mayor parte de disolventes alcalinos (Na, K, Li), carbonatos, hidróxidos,
peróxidos, boratos, nitratos, cloruros y algunos fluoruros y al ácido sulfúrico
hasta el 75% de concentrado. El ácido fluorhídrico lo ataca.