Una inspección visual o un control de malos olores no es suficiente para comprobar si la calidad del aceite de fritura sigue siendo buena. Con reacciones fiìsicas y quiìmicas durante el proceso de coccioìn a alta temperatura, se produciraìn sustancias quiìmicas toìxicas.
Utilizando un medidor de aceite de cocina, se puede cambiar el aceite solo cuando los componentes polares totales (TMP) alcanzan valores críticos. Esto evitará los cambios frecuentes e innecesarios del aceite y, por tanto, se ahorrarán los costes asociados. Gracias a su fiable tecnología de medición, el medidor de aceite es el instrumento ideal para garantizar la calidad de las frituras, sin importar si se utiliza en hostelería, en cocinas industriales, en caterings o en la producción, gestión y control de la calidad de los alimentos.